
El jueves 13 de noviembre se celebrará el Día Mundial de la Calidad 2025, en el marco de la Semana Mundial de la Calidad, que se desarrollará del 10 al 14 de noviembre bajo el lema global “Quality: think differently”, impulsado por el Chartered Quality Institute (CQI).
No es un lema decorativo. Es un llamado profundo a revisar cómo pensamos, trabajamos y decidimos.
Y, sobre todo, a quién ponemos en el centro cuando hablamos de calidad.
Porque la calidad —antes que sistema, proceso o norma— es una actitud humana. Es una forma de mirar el trabajo con sentido, de asumir la responsabilidad con orgullo y de entender que cada acción, por mínima que parezca, tiene impacto en alguien más.En un mundo que cambia cada día, pensar diferente no significa romper todo lo anterior. Significa evolucionar con propósito.
Para las empresas, implica dejar de entender la calidad como control, y empezar a verla como cultura compartida: una conversación diaria sobre cómo hacer las cosas mejor, con menos desperdicio, más consciencia y más empatía hacia clientes, colegas y sociedad.
Para los profesionales, think differently significa dejar de ver la mejora como tarea ajena o como instrucción superior. Significa atreverse a cuestionar, a proponer, a aprender constantemente. Significa recordar que la calidad no se impone: se inspira. Cada colaborador puede ser fuente de mejora si se siente escuchado, reconocido y parte de algo más grande que su función.
Y para las personas, en lo cotidiano, pensar diferente es recuperar el valor de lo bien hecho. Es redignificar el compromiso, el respeto por el detalle, el sentido del tiempo, la palabra cumplida. No hay transformación digital ni estrategia que funcione sin seres humanos conscientes de su papel en la cadena de valor.
En este 2025, pensar diferente también significa abrir espacio a nuevas herramientas: inteligencia artificial, automatización, analítica, plataformas colaborativas. No para reemplazar a las personas, sino para liberar su potencial y permitir que la calidad sea más predictiva, más humana y más inteligente.
La calidad 2025 nos desafía a cambiar el punto de partida: dejar de preguntar “¿qué sistema tenemos?” y comenzar a preguntarnos “¿qué mentalidad tenemos?”.
Porque toda mejora sostenible nace de la manera en que pensamos.
La cultura de la calidad no empieza en un manual. Empieza en una conversación.
En un gesto. En una decisión. En una persona.
Que este Día Mundial de la Calidad 2025 nos encuentre con la mente abierta y el corazón dispuesto.
Pensar diferente no es un reto técnico.
Es un acto humano.
Dr. Marcelo Vásquez Lema
Consultor en Sistemas de Gestión. Conferencista Internacional.